La caricatura en nuestro país ha sido un arte entusiastamente practicado por muchos artistas. Aún queda por hacer un trabajo de investigación de la caricatura social y política en nuestro país y en nuestra región. Ahora, y a propósito de una censura de unas caricaturas en un suplemento de un diario local, quisiera detenerme un poco en este tema. De las canteras de Monos y Monadas, ese delicioso pasquín que circuló intermintentemente durante décadas, salieron algunos de los mejores humoristas gráficos contemporáneos. La caricatura es una exageración que debe conmover al espectador, no solo a la risa, como usualmente se cree, sino también a la reflexión, las lágrimas o la indignación. Es un arma poderosa, perseguida por dictaduras, ha denunciado lo denunciable y también ha sido instrumento de ataque, humillación y calumnia. Como muestra, tenemos algunos botones:
Carlín es, para mí, uno de los caricaturistas más creativos y artísticamente logrados. Tiene algunas "víctimas" preferidas, como el impresentable congresista fujimorista Raffo. Aunque en este caso, creo que el caricaturista no eligio la caricatura sino que ella lo eligió a él.
Alfredo tiene un trazo más simple, pero muchísima mordacidad. Puede llegar a una sofisticada crueldad con el texto y esta muestra nos da un ejemplo de esa ironía.
Heduardo (así, con H inicial) ha elegido a personajes que parecen iguales, pero que cada uno se diferencia en el número de arrugas en la frente y en el grado de pesimimo e ironía. Esta que elegí alude a un tema de actualidad, usando el mismo texto de los audios y cargando la denuncia en el dedo índice de la mano izquierda dando contundencia a lo dicho.
Y esta es la página de caricaturas censuradas. Según el semanario "El Otorongo" no fueron publicadas porque no cumplían con los cánones estéticos (¿?) de dicho medio. Según Hildebrandt y el propio autor (Álvaro Portales) la censura se debió a que el suplemento ha entrado en la órbita del apoyo descarado al gobierno. Si observamos números pasados de dicho suplemento, particularmente yo no me trago la pildorita de la estética. Ustedes juzguen.
Jorgis, hermanito del alma:
ResponderEliminarQué J O D I D O...
Sin palabras.
Yo