Me cuelgo del magnífico blog "El Reportero de la Historia" que nos postea una noticia que parece lógica, pero que tiene, a mi entender, un trasfondo perverso y atentatorio contra el patrimonio cultural. El blog hermano (http://www.reporterodelahistoria.com/) informa que el gobierno ha dispuesto, en el marco de la campaña de promoción del empleo y la inversión, que el trámite requerido de certificación de inexistencia de restos arqueológicos para poder emprender construcciones en el país, se reduce a 15 días.
Al parecer, la postura del gobierno es que el Instituto Nacional de Cultura (ente encargado de expedir dicho certificado) no cumple su misión con celeridad y que por su culpa los inversores se espantan al no poder construir mientras no cuenten con el dichoso papelito.
El asunto está en que si el INC (institución que sobrevive lánguidamente gracias a un presupuesto ridículo dado por el propio gobierno) no tiene en ese momento especialistas, es decir, arqueólogos debidamente acreditados para realizar el levantamiento correspondiente y pasan 15 días y no pudieron expedir el certificado, se aplica la norma de "silencio administrativo", es decir que cualquiera podría construir en cualquier lugar y sobre cualquier resto arqueológico, si por cualquier razón el INC no cumple con el plazo decretado.
Queda claro que la política cultural de este gobierno no es muy diferente de la de otros regímenes. Pedirle a Alan García o a nuestro congresistas que den prioridad y promocionen y conserven nuestro patrimonio es arar en el agua.
Espero que el INC, además de las universidades y todos los ciudadanos que seremos las víctimas propiciatorias de la crisis que se avecine, no perdamos de vista nuestro compromiso con el futuro de nuestro país.
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