Alfredo Villavicencio nos acaba de dejar ayer. Caricaturista ácido, rockero desmelenado y feliz, el "Mono" Villavicencio era parte insoslayable de la bohemia arequipeña. Cargado de problemas y de conflictos, nunca dejó de sonreir y reir, llano y sin maquillaje. Te extraño, maestro Mono.
No hay comentarios:
Publicar un comentario