Quito tiene como símbolo la presencia inevitable de los volcanes. Capital encerrada entre alturas de vértigo y tremores permanentes que vienen de las entrañas mismas del planeta, se encuentra en un lugar de perfil complicado, que hace que zonas enteras de la ciudad se aislen de otras con una simple precipitación pluvial. El barroco andino aquí llegó a cotas impresionantes. Iglesias profusamente decoradas tachonadas en pan de oro y florituras por doquier, edificios públicos complejos y recargados y un marco impresionante de volcanes, hacen de esta capital un lugar estremecedor en su belleza y su diversidad. Aquí les comparto unas tomas realizadas hace algún tiempo en un viaje vertiginoso por un país que por desgracia e injustamente, resulta lejano y extraño para la mayoría de peruanos. (Todas las fotografías: Jorge Bedregal La Vera)
2 comentarios:
La verdad es que tienes mucha razón ¿por qué ese desconocimiento y, en muchos casos animadversión entre los dos países hermanos? Aquí, en España hay miles de ecuatorianos y peruanos y tienen rivalidad entre ellos. En el Real Felipe de Lima me enteré de la guera en los años 40 entre ambos países. Latinoamérica tiene, como en España, el fenómeno taifa, según el cual, cada comarca se creía diferente y atacaba a la vecina. Eso pasa entre países: Venezuela con Colombia, Ecuador con Perú, Perú con Chile, Chile con Argentina, etc, etc. Incluso dentro de cada país: Quito contra Guayaquil, Santa Cruz contra La Paz, etc, etc.
Quito debe ser una ciudad muy interesante según me dicen los que lo conocen. Algún día iré a conocer esa capital del país que más inmigrantes tiene en España. Un barroco imagino muy similar al del Perú, y sin embargo tan distantes.
Saludos.
Bonitas fotos y como remate final: el barroco del Perú, con ese "horror vacui" que recarga todo hasta la saciedad.
Un saludo
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