Le Corbusier, el máximo representante de la arquitectura contemporánea, opinaba que las casas eran máquinas para habitar. Óscar Niemeyer, el más creativo de sus discípulos, inventó una ciudad para ser capital de Brasil y que sea una máquina de gobernar. El resultado es extraño, para algunos es el paradigma de ciudad, otros ven en su prebisible paisaje una ciudad invivible y desagradable. Lo cierto es que no puede dejar indiferente a ningún visitante. Yo rescato algunas de las formas que reflejan toda una estética que transmite las preocupaciones y esperanzas del siglo XX, no se puede entender la historia contemporánea americana sin detenernos en los paradigmas arquitectónicos y Brasila es uno de los más importantes. (Fotos: Jorge Bedregal La Vera)
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