La tremenda fama que ha ganado el sitio arqueológico de Choquequirao en los últimos tiempos es más que justificado. No sólo es un lugar donde uno puede apreciar el impresionante arte en piedra de los incas, reflejado en la mega arquitectura de la ciudadela, que tiene forma de vizcacha, sino también en la preciosista cantería de sus construcciones y los exquisitos diseños impresos en sus andenes, como los ya famosos camélidos. Sin embargo, esta fama que tuvo mucho de política en el tiempo de Toledo y Karp, silencia un punto incómodo para muchos. Choquequirao era conocida ya desde el siglo XVIII, aunque por la lejanía del lugar y lo agreste del camino, no se le reconoció la importancia que tiene. El polémico Hiram Bingham llegó al sitio acompañado de los conocedores del lugar y realizó "exploraciones" que en el idioma del momento, eran simples saqueos de lo que se pudiera arrancar. El explorador norteamericano, antes de su famosísimo expolio de Machu Pichu, ya había enviado a su país varios cientos de objetos sacados de Choquequirao. El destino de éstos es un misterio y nadie habla de ellos. entiendo la justicia de la demanda peruana para la devolución de lo saqueado en la cuidadela de Machu Pichu, lo que no termino de comprender, es porqué no ponemos el mismo entusiasmo en la devolución de las toneladas de patrimonio que durante décadas, sino siglos, fueron robadas; muchas veces con anuencia y patrocinio del propio Estado. Aquí algunas tomas bajadas de la red de este impresionante lugar, que en teoría, recién hacia 2011 será totalmente puesto en valor.
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