13 diciembre, 2009

VER PARA NO OLVIDAR


En oportuna y valiente actitud, el diario La Répública ha decidido publicar como dossier la compilación visual que realizara la Comisión de la Verdad y que estuviera en exhibición mucho tiempo en una casona republicana de Barranco en Lima. Seguramente esta exposición servirá de base para la conformación del ansiado y polémico para algunos, Museo de la Memoria. La publicacxión requiere que se haga pública, que se conozca en todos los ámbitos y los sectores del Perú que sufrió el embate de una guerra sangrienta y desgastante en la cual, en un poco más de una década, 70 mil peruanos perdieron la vida y muchos miles más arrastran hasta hoy las terribles secuelas de este enfrentamiento entre las huestes insanas del terrorismo y algunos agentes del Estado que usaron los mismos métodos de sus supuestos enemigos.




07 diciembre, 2009

LA MUERTE Y LA HISTORIA: EL CEMENTERIO GENERAL DE AREQUIPA

El Cementerio General de Arequipa, establecido en la década de los 30´ del siglo XIX, forma parte de las profundas reformas urbanas que se implantaron en la América Hispana con la introducción de los nuevos paradigmas borbónicos. Hasta ese momento, los fallecidos en las ciudades americanas eran enterrados en las catacumbas de las iglesias. En Arequipa se eligió para el establecimiento del cementerio un amplísimo terreno que era llamado comúnmente "la Apacheta", el nombre quechua denota una antigua utilización del espacio para rituales sagrados. Fue inaugurado con los restos mortales de Mariano Melgar, el poeta independentista fusilado por los realistas en Umachiri; paradójicamente se desconoce el lugar de reposo del famoso vate. Las siguientes tomas corresponden a un breve paseo por el camposanto el sábado pasado. (Todas las fotografías: Jorge Bedregal La Vera)

Bella alameda central




El Misti enmarca la escultura que preside un mausoleo


Preciosista Ángel de la Buena Muerte


Estremecedora lápida de la tumba de un niño


Bizarro mausoleo familiar recargado de símbolos arcanos


La vida y la muerte con la presencia permanente del volcán


Extraño momento, un nacimiento en una tumba


Tumba inconclusa



Última morada casi borrada por el tiempo y el olvido


Extraño cenotafio en la prácticamente desconocida zona judía del cementerio



Esfinge de sillar, ecléctica muestra de cultura tanática


Hierática escultura sobre un mausoleo familiar

05 diciembre, 2009

DE UN CANTOR A OTRO

La muerte de Víctor Jara, icónico representante de la música contemporánea latinoamericana; a manos de la junta militar de gobierno presidida por Pinochet en 1973 constituye uno de los argumentos irrefutables de que toda dictadura es mala por definición. Jara, íncansable compositor y prolijo recopilador de música popular, tuvo una vida corta pero intensa. Su carisma, sus entrañables interpretaciones y su fuerza compositora fueron cortados de cuajo por las manos asesinas de una dictadura brutal que aparte de Víctor Jara, asesinó, torturó, desapareció, encarceló o exiló a miles de chilenos demócratas en uno más de los momentos de vergüenza que tiene nuestra historia continental. El texto a continuacíón está escrito por un cantautor que también supo de dictaduras y sus perversidades. Serrat tiene la dimensión moral como para intentar dar un homenaje a otro gigante.

Tomado de El País.- Escrito por Joan Manuel Serrat.-



Este sábado entierran a Víctor Jara por segunda vez. Quien amó tanto la vida, treinta y seis años después, vuelve a pasear su muerte. A quien dice: Dejad en paz a los muertos, les respondo: ¿están los muertos en paz? ¿Estamos en paz con ellos?. Desde los suburbios de Santiago, desde la falda de su madre, cantora, desde los sueños de su pueblo con los que aliñaba sus canciones, Víctor Jara, como Margot Loyola, Violeta Parra o Héctor Pávez, recopiló y revalorizó los cantos campesinos. Su profunda identificación con el pueblo fue casi mística. Como la Violeta, que le mostró el camino, vivió con ellos, se hizo piel y sangre de ellos para, desde el hombre provinciano, alcanzar lo universal y de forma irrevocable, con profundas convicciones, asumir su condición de artista comprometido. Así fue hasta que acallaron brutalmente su voz el 16 de septiembre de 1973 y algo quedó truncado para siempre. Este sábado vuelven a enterrar a Víctor Jara. A diferencia de la primera vez en la que Joan Turner, su mujer, depositó sin responsos, a escondidas, sus maltratados restos en un nicho del Cementerio General de Santiago apenas acompañada por un amigo y el funcionario que reconoció el cadáver en la morgue, serán miles los que estarán a su lado. Ahí se han de juntar los viejos compañeros de lucha, supervivientes de la dictadura y del exilio con muchachas y muchachos que han crecido llevando sus canciones en la boca. Habrá hijos de reprimidos pero también de represores. Llegarán obreros de las poblaciones y campesinos de los valles a unirse a los mineros que, oliendo a cobre, bajarán desde Calama. Mujeres y hombres de toda condición irán de la mano recordando a Amanda. Esta vez Joan Turner no caminará sola. A su lado marchará una multitud que, nadie lo olvide, treinta y seis años después del crimen, sigue clamando justicia

03 diciembre, 2009

LA MUJER Y LA INVISIBILIDAD EN LA HISTORIA DEL PERÚ: LAS RABONAS




En 2005 un descubrimiento estremeció los círculos de la Historia en el Perú. En una zona costera de Arequipa, en el encantador pueblo de Cocachacra, un grupo de ciudadanos que hacían zanjas para redes de agua y desagüe se encontraron con un fardo conteniendo restos humanos. Cuando llegaron los especialistas se dieron con la sorpresa que el bulto envuelto con cuidado y esmero contenía los restos de dos personas, hombre y mujer, unidos en un abrazo eterno. El análisis de las ropas permitió deducir que correspondían a un soldado peruano de finales del siglo XIX y de su "rabona", es decir, su heróica mujer que lo acompañó en la vida y la muerte. Es conocido el hecho de que los combatientes peruanos que lucharon en la infausta guerra del Pacífico conformaban un grupo muy heterogéneo donde los voluntarios se mezclaban con reclutados a la fuerza entre los campesinos andinos, generalmente quechuahablantes. En estos casos, las esposas acompañaban a los soldados y se hacían cargo del habituallamiento de los guerreros, curaban sus heridas y tomaban las armas cuando el cónyuge caía en la batalla. La heroicidad de estas mujeres no ha sido lo suficientemente investigada y explicitada en la Historia de mi país. Los horrores de la guerra no sólo fueron asunto de varones sino de valientes mujeres que cumplieron largamente con las tareas de una guerra que empobreció y mutiló al Perú. El descubrimiento de los restos de esta pareja de combatientes nos debe recordar que las mujeres, invisibilizadas y borradas de la mayoría de manuales de Historia de mi país cumplieron y cumplen un papel fundamental y determinante en los procesos peruanos. Un interesante documental acerca del estremecedor hallazgo puede ser visto en: http://images.google.com.pe/imgres?imgurl=http://sdp.terra.com/ThumBox/freew/cnt114107_h60_aNoChange_Investigadores-de-Momias-Cocachacra_000000.jpg&imgrefurl=http://terratv.terra.com.pe/busqueda/momias.htm&usg=__IxD8RxhIAudV_I6JyPequ9aFPqw=&h=60&w=106&sz=3&hl=es&start=1&sig2=sQKVR5fmAtku51L8fwXdmA&tbnid=0YhcNOWYBq1viM:&tbnh=48&tbnw=84&prev=/images%3Fq%3Dmomias%2Bcocachacra%26gbv%3D2%26hl%3Des%26safe%3Doff&ei=xn8YS6eKGIiHlAeGvtyNAw