19 octubre, 2010

ASÍ NO SE HACE PERÚ


Encontrar textos periodísticos que hacen crónica de la historia peruana reciente no es muy frecuente, sin embargo es posible encontrar que los profesionales de la comunicación suelen seguir los tortuosos (y a veces francamente hostiles) caminos de la pretensión histórica y es legítimo. Támariz, por ejemplo, nos regaló una muy bonita visión de la historia más reciente a partir de su propia visión como redactor de noticias políticas. Así, cuando encontré el texto de Federico Prieto Celi Así se Hizo el Perú. Crónica Política de 1939 - 2009 (Grupo Editorial Norma, Lima 2010) ingenuamente pensé que iba a encontrar en este texto del ex director del fenecido diario La Prensa una visión periodística y fresca de algunos de los pasajes más resaltantes de nuestra historia contemporánea. Sin embargo, apenas se inicia el prólogo el autor deja manifiesta una posición ideológica excluyente y retrógrada. Claro, se encarga él mismo de colocar el parche antes de que salte el chupo de la crítica de los historiadores afirmando que no pretende escribir una Historia (así, con mayúscula). El autor, haciendo alarde de citas complicadas y desordenadas, mantiene el discurso de la necesidad de contruir un Perú mestizo y católico, como único camino hacia la consolidación de cualquier sociedad. No disimula sus preferencias casi obsesivas con personajes icónicos de la derecha recalcitrante (derrotada en las recientes justas electorales municipales en la capital) así como no integra, de ningún modo, nada de lo que desde hace por lo menos dos décadas, desvela a los científicos sociales. Pretender crear una sola identidad a partir de un mestizaje jerarquizante y unas verdades reveladas y supuestamente indiscutibles, no sólo no cuajan el ansiado estado-nación (o lo que Prieto cree que es) sino que más bien acrecienta la sensación de la necesidad autoritaria, excluyente y absurdamente racista que atraviesa nuestra sociedad y nos impiden aún consolidar colectivos en base al respeto a la diversidad y a los derechos humanos. Por lo visto, el discurso opusdeísta sigue anclado en creencias medievales y en países de la fantasía onírica de prelados que más tienen de inquisidores que de intelectuales. Decepcionante lectura que no enriquece en nada el magnífico cúmulo de avances académicos más recientes.

1 comentario:

Ciencias Sociales dijo...

Buena observación, pues dicho libro que lástima, aún queda la esperanza de publicaciones más agudas e imparciales...

Esperamos que los interesados sigan considerando fuentes para revisar las tortuosas fibras e hilos que conduzcan a la compresión de nuestra sociedad desde la historia...

Saludos maestro.