29 julio, 2009

FIESTAS PATRIA CIVILES

Las fiestas patrias en mi país son una fiesta que tiene mucho de liturgia. Tanto así que las celebraciones empiezan obligatoriamente con una misa "te deum". Luego viene la parada cívica - militar donde las fuerzas armadas y las organizaciones del Estado desfilan durante horas ante un estrado lleno de kepís, sotanas y corbatas de rostros adustos que no pueden encubir el aburrimiento. En cada ciudad y pueblo del país (excepto este año que han sido magras las celebraciones gracias a la epidemia) los ciudadanos salen a la plaza o avenidas principales a expresar su "patriotismo".
Lo que no me termina de convencer ni gustar, es el tremendo peso que tiene lo militar y lo religioso en estas celebraciones. Se sigue alimentando el discurso a través del cual los militares siguen pasando la factura a la nación por la independencia. Si nos atenemos, con corrección histórica, a los hechos veremos que esto no debería ser así. La independencia no fue un asunto estrictamente militar, por lo tanto me parece patético pretender que el país entero se disfrace de militar, desfile como soldados y escuche sones de bandas militares a la hora de festejar.
Las fiestas patrias deberìan, por definición, ser fiestas de júbilo nacional, desacartonadas, alegres e incluyentes; donde los ciudadanos salgan a mostrar su contento con su bagaje cultural amplio y diverso. Disfrazar a los niños de soldados, enfermeras, policías o curas es un despropósito que se repite en cada desfile y en cada rincón de nuestro país. Los militares y los curas (que se arrogan, desde que el Perú existe como nación, el papel de "instituciones tutelares de la patria") pretenden que este discurso se mantenga por siempre, pasándonos facturas de deudas inexistentes y haciéndonos creer que no tenemos la madurez suficiente para auto gobernarnos.
Soy un militante convencido de la idea de unas fiestas patrias sin desfiles militares, sin marchas acartonadas, sin ceremonias agotadoras y estólidas. Quiero unas fiestas patrias con ritmos negros, andinos, amazónicos. Quiero una fiesta en donde pueda conocer a mis connacionales, sus culturas, sus comidas, sus temores, sus esperanzas y sus posibilidades.

2 comentarios:

Cayetano dijo...

Era tradicional también en España, sobre todo en tiempos de la dictadura franquista, la presencia de militares y religiosos en las fiestas: la fuerza bruta y los controladores de la moral y las buenas costumbres. Todo atado y bien atado. Aquí no se mueve nadie: o le pego un tiro o lo excomulgo.
A mí tampoco me hace gracia alguna. Creo que las celebraciones son del pueblo, de la gente sencilla y corriente.
A mí, como al poeta, "la música militar nunca me pudo levantar".
Esta canción de Brassens interpretada por Paco Ibáñez nos da la razón:

http://www.youtube.com/watch?v=0D_VbtC3Lm8

negrito dijo...

Jorge Muy interesante el articulo mi estimado Jorge. Y me atrevería a decir que sería ideal que el Perú carezca de fuerzas armadas. Y nos uniríamos a países como costa rica, panamá, Islandia, etc. Creo que seriamos el primer país grande en contar sin ejército y solo tendríamos fuerzas de paz de la ONU y tratados de protección. Yo creo que esta idea sería muy buena y rentable para el país.

Atentamente

jorge