01 julio, 2009

MACHU PICCHU Y LA MODERNIDAD


Sugerente hipòtesis de Yazmín López (de cuyo magnífico trabajo de investigación posteáramos días atrás). El "descubrimiento" de Machu Picchu realizado por Bingham a inicios del siglo pasado está enmarcado en un cambio de paradigmas polìticos a nivel mundial. La imagen de exploradores occidentales venciendo los desiertos más áridos, las selvas más intrincadas, las cumbres más inaccesibles y los salvajes más hostiles se corresponde con la implantación de la idea de una "civilización" superior (en este caso la norteamericana) que "recupera", "descubre", "hace público" y "estudia" los restos de civilizaciones americanas antiguas, arrebatándoselas a los pueblos creadores de esas maravillas con el poco disimulado prejuicio que éstos son incapaces de administrar y valorar su propia cultura. La aparente incoherencia entre una refundación simbólica de los Estados Unidos y la búsqueda de un pasado glorioso y sagrado fuera de sus fronteras no es tal bajo la idea "civilizadora" que se implanta en los sectores académicos y políticos norteamericanos. Se abre el debate.

5 comentarios:

Cayetano dijo...

La idea, equivocada a mi parecer, de civilización superior, como podría ser considerada hoy la norteamericana, viene propiciada por la cultura de la riqueza material.Y esto se basa en un punto de partida, a mi juicio, falso: cuanto más próspero económicamente es un país y cuanto más importante sea ese país en la esfera internacional por su papel de potencia hegemónica, más debe ser considerado como civilización o cultura superior.
Pero esto es falso porque el arte, la literatura, la arquitectura, etc., en definitiva los elementos que conforman la cultura de un lugar no tienen que ser mejores necesariamente que los de un país más pobre.
A mi juicio, no son los EEUU de América precisamente el paradigma de la cultura en el mundo. Quizá no sean ellos los más indicados para descubrir las maravillas de la cultura a los demás.
Saludos.

Juan dijo...

Los norteamericanos, evidentemente pecan de su complejo de superioridad pero, y esto es innegable, tienen dos vertientes: la imperialista y prepotente y la progresista, que la tienen y mucho, nos guste o no. Sea porque tienen mucho dinero, sea por lo que sea, el caso es que tienen su vena creadora también y a pesar de todo le debe mucho el mundo de hoy. Saludos.

Unknown dijo...

De acuerdo con ambos, pero debemos reconocer que detrás de sus propias creencias han forjado un sólido principio de "justicis" refrendada por un supuesto mandato divino que los hace sentirse los elegidos de la modernidad (así como los judíos lo fueron de la antiguedad) para llevar una supuesta mision neo evangelizadora por todo el mundo, lo que los lleva a justificar invasiones, apoyo a golpes de estado, asesinatos selectivos y demás. En esta lógica la occidentalizacion, para los EEUU tambien tiene una connotacion religiosa.

Cayetano dijo...

Claro que hay norteamericanos majetes y críticos,como dice Juan, gente que merece la pena, grandes artistas, músicos, escritores, intelectuales, gente común...
Y claro también que el mundo es deudor de su legado: la primera democracia de la historia actual, un ejemplo a imitar por los demás.
Pero a nivel de Estado siempre han dejado una impronta más conservadora y reaccionaria en su relación con los demás pueblos.
Además siempre han considerado latinoamérica como su "patio trasero", algo de su propiedad desde que Monroe dijo aquello de "América para los americanos". Se han sentido siempre los tutores, los hermanos mayores, los que deben decidir quiénes gobiernan de acuerdo con sus propios intereses.

Juan dijo...

Siempre he dicho que han de elegir entre ser una democracia o un imperio. A veces eligen lo segundo, y no siempre con presidentes republicanos. Recordemos que en la guera fría, las grandes crisis fueron con presidentes demócratas: la crisis de los misíles, la guerra de Vietnam, la crisis de los rehenes de Teherán, aunque ya fuera de la guerra fría ya feuron los republicanos los que metieron la pata: Reagan, los dos Bush. Esperemos que con este Obama no tengamos que lamentarnos con otra guerra, aunque, como los metepatas a lo Kim Jong Il o Almadineyah, con sus bombas atómicas sigan con su armamento ¿como reaccionará Obama?
Saludos