28 junio, 2009

MOSCÚ SOVIÉTICO

Moscú es una ciudad extraña. De arquitectura pesada y aparentemente monotemática, en realidad esconde joyas arquitectónicas que reflejan en sus formas y texturas, toda una época en la que el mundo se resolvía con revoluciones y que luego de la Segunda Guerra mundial terminaría dividido en dos polos, época en la que la guerra fría tendría mucho de guerra y poco de fría. En http://www.casarusia.com/exit.php?url_id=1372&entry_id=262 podemos encontrar una interesantísima colección de postales moscovitas de la época soviética, específicamente entre los años 20 y 40 del siglo XX. En este período es cuando se empezaron a realizar contrucciones enormes y densas para mostrar al mundo entero que la Rusia Soviética no sólo podía arribar a una modernidad igual o superior a la occidental, sino que lo podía hacer sin las perversiones que gastaban el el mundo capitalista. Las tomas son magníficas, aquí les dejo una pequeña muestra.




4 comentarios:

Cayetano dijo...

Moscú es diferente porque la historia de Rusia también lo ha sido. En las fotos se aprecia por ejemplo la escasez de vehículos en la calle, si lo comparamos con otras grandes ciudades del momento como París, Londres e incluso Madrid. Las razones son obvias.
Sobre el lenguaje grandilocuente, con edificios de grandes proporciones, también tiene sentido: el mostrar al mundo las grandezas del sistema soviético y un Estado fuerte, en nada parecido, como comentas, a los del mundo capitalista.
Sigo pensando que, salvando las distancias y las evidentes diferencias, es una expresión de un sistema que, como otros del momento, anula al individuo y exalta al Estado.
Un saludo.

Unknown dijo...

Es cierta la ausencia de coches. esto era visible hasta bien entrados los 80' del siglo pasado. pero para que disponer de coche si tenias a tu disposicion el sistema de metro mas eficiente de europa, ademas del mas bello, asi como tranvias, buses y trolebuses. es cierto que se trato de invisibilizar al individuo en nombre del bien colectivo, pero como sabemos, eso no funciona.

Cayetano dijo...

De todas formas, Jorge, no estoy tan a favor de ver las calles repletas de coches y la gente consumiendo como loca. El consumismo que alimenta esta bestia negra del capitalismo salvaje es lo más negativo tanto para nuestra salud mental como para el medio ambiente. La crisis mundial actual se debe a ese neoliberalismo que resurgió con Tatcher y Reagan.
Creo que un punto intermedio sería el ideal: una economía libre y próspera de mercado con prestaciones sociales y control del Estado para proteger al individuo del abuso y de la rapiña. Pienso que el individuo, sus derechos y sus libertades deben estar por encima de todo. Aunque no soy defensor del capitalismo, soy más Keynesiano y social que neoliberal, evidentemente.
Un saludo.

Juan dijo...

Ojalá vuelvan a ponerse de moda políticas keynesianas de los felices años 60, los mejores de la historia. Fijaos en el caso de los países escandinavos, como por ejemplo la Suecia de Olof Palme, o la Gran Bretaña laborista plena de Harold Wilson.
Saludos.