10 agosto, 2009

MUSEO DE LA VERGÜENZA 7







No es casual el parecido entre el patético, inescrupuloso e infame millonario Mr. Burns y el cardenal limeño Juan Luis Cipriani. Ambos se retuercen las manos con placer insano ante una acción que implique pingües ganancias, económicas o políticas, como las que ansía el purpurado peruano en su enfrentamiento con la Universidad Católica de Lima. El tema es complejo y se presta a confusión, para los interesados, creo que el artículo de Uceda es imprescindible: http://www.poder360.com/article_detail.php?id_article=1983 .
Pero no sólo la bronca con la PUCP coloca al ensotanado Cipriani en una vitrina de nuestro humilde museo. Su desprecio por los derechos humanos, su confesada preferencia por militares y dictadores, su aversión a homosexuales y cuanta persona tenga opciones contrarias a la "normalidad" de su estrecha mente, son los elementos que lo hacen digno de ese lugar.
Dueño de un léxico de albañal, llega a ser procaz sólo por caer simpático a un grupo de uniformados. Sin pelos rubicundos en su lengua, afirmó suelto de huesos que en los planes de dios sólo habían dos sexos, por lo que los homosexuales no sólo no pertenecerían a este mundo creado por dios, sino que amén de ser creación diabólica no merecerían un lugar en ningún plan político de inclusión.
Para este señor de faldas, vistoso miembro del Opus Dei, los derechos humanos son una "cojudez" (gilipollez, para los españoles), y esto lo declaró siendo aún arzobispo de Huamanga, una de las zonas más castigadas por la violencia política que ensangrentó al Perú entre 1980 y 2002. Es fiel creyente que el informe de la Comisión de la Verdad es obra de ONG´s y comunistas, y que un Museo de la Memoria es tan inútil y deleznable que no merece la pena detenerse en recordar.
Por todas estas cosas y muchas más, este señorito espigado y pituquín, ocupa la vitrina 7 de nuestro museo. Para los que tengan estómago, les dejo este vídeo de una conferencia del prelado en un cuartel, gocen (¿?) de su cloacal discurso, pletórico de machismo, sexismo y procacidad. Seguramente este post me costará el cierrapuertas de alguna universidad ultra conservadora, por lo menos sabré que este blog se lee incluso ahí.

3 comentarios:

Cayetano dijo...

Veo que en vuestra tierra también tenéis gente impresentable entre el clero y que España no es la excepción en el mundo religioso.
El estamento eclesiástico ha tenido siempre grandes privilegios en los lugares donde una auténtica revolución liberal los hubiera colocado en su sitio, sin prebendas de ningún tipo.
Para algunos, como el caso que nos ocupa, la felicidad sería volver a la Edad Media y asustarnos con los castigos eternos si no les obedecemos.
Saludos.

Amazilia Alba dijo...

Lo que necesitamos son leyes de Reforma como en Mexico
http://amazilia.wordpress.com/2009/08/11/las-leyes-de-la-reforma/
Saludos

Juan dijo...

La verdad es que se señor lo tiene todo: integrista, machista, ultra, etc, etc. Lo malo es que tiene cuerda y tirón entre la gente de Lima y de Perú. Veo que el problema es que la Iglesia peruana no está domesticada como en España. El gobierno español le da da buenas tundas. Además la gran mayoría de españoles somos ateos o agnósticos o católicos no practicantes o católicos progresistas. Los meapilas o comehostias, como llamamos a los ultramontanos, salen a la calle en manifestación, pero saben que han perdido la batalla. Nuestro cardenal de Madrid se llama Rouco Varela y es otro hiper-reaccionario preconciliar.
El problema peruano es que la población es mayoritariamente católica practicante y se traga todo a pié puntillas. Hace falta que la sociedad peruana se abra y piense en conciencia. Las iglesias abarrotadas,las procesiones...
Es una pena que la Iglesia católica no superase al difunto y reaccionario Juan Pablo II y eleigiese al peor aún Ratzinger. La pena fue que no saliese el obispo de Tegucigalpa, un indígena joven, progresista, moderno. En fin una pena.